23 de marzo de 2012

Seguridad alimentaria y ozono

La seguridad agrolimentaria es una obligación legal para la industria del sector y también un valor de interés creciente entre los consumidores.

Desde el cultivo, cría de animales o pesca hasta el consumo del producto final, han de tomarse medidas tendentes al control microbiológico para el logro de una calidad biológica a lo largo de todo el proceso. ¿Cómo lograrlo? El ozono es un aliado perfecto para responder con total eficacia y garantía a cada uno de los problemas y situaciones específicos.

El respeto de las exigentes medidas de higiene del sistema APPCC, de cumplimiento a nivel comunitario exige la toma de medidas por parte de todos los agentes que intervienen en la industria alimentaria, incluido el sector HORECA y el ámbito doméstico.

Son múltiples las caras y facetas de la seguridad alimentaria. Tiene una gran capacidad oxidante que acaba con microorganismos como bacterias, virus y olores de forma inofensiva.

Su inocuidad abarca tanto el alimento, en el que no deja residuos y le hace ganar sus cualidades organolépticas, como para el organismo humano que lo ingiere o que está presente durante la desinfección alimentaria.

Precisamente, es su elevado potencial germicida y desodorizante, junto con su inocuidad, lo que hacen de él un método único para alcanzar los niveles más altos en calidad y seguridad alimentarias.

A diferencia de otros desinfectantes sintéticos, tras una rápida actuación, el ozono se transforma en oxígeno, garantizando un respeto absoluto por el alimento o, en su caso, por la atmósfera o el agua tratados.

Los mejores resultados se obtendrán, lógicamente, cuando unamos la desinfección con ozono con la apliación de unas mínimas normas higiénico-sanitarias para preservar la inocuidad de los alimentos, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Por lo tanto, en materia de seguridad e higiene alimentaria, el ozono se revela como una tecnología con amplias posibilidades en la mejora de la producción, el almacenamiento, la conservación, el transporte, la distribución y el consumo de los alimentos. Igualmente, los generadores de ozono permiten los mejores resultados en el tratamiento de aguas o en la limpieza y desinfección de equipos, utensilios, locales de almacenaje e instalaciones.

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